Nos encontramos en un espacio sagrado. Para la comunidad cristiana la Palabra de Dios es el centro de su vivencia, es la que inspira el Amor como núcleo de su plan de acción.
La Palabra que se proclama, se interpreta, se estudia y se difunde a lo largo de diferentes momentos históricos.
Pero también estamos en un lugar de encuentro entre las personas. Se hace necesario contar con espacios de discusión y debate. Las palabras habitan este espacio. Sólo hay que saber buscarlas.